Aiguallut

Comienza nuestro viaje. Se suponía que iba a ser un paseo de apenas dos horas y media de duración pero,... no contábamos con tanta nieve. Sabíamos que era un sitio que se antoja imprescindible de visitar para todo el que viaja por primera vez al Valle de Benasque; Pili y Boss nunca habían estado así que teníamos como meta llegar hasta el final. Empezamos la excursión a las 11.25 ..madrugón¡¡ Temperatura expectacular 16ºC y un sol radiante. Os preguntaréis que porque tan pronto (nótese tono irónico de la frase) Bueno, en realidad si te despiertas y al abrir la ventana ves esto, es posible que eso explique el retraso: Dejamos el coche en el parking antes de llegar a los Llanos; aproximadamente unos 200m de este, y una vez equipados con nuestras mochilas comenzamos la ruta.

Al comienzo nos llamó tremendamente la atención las formas que el agua helada hacía al caer sobre las rocas. Fijaos bien en el video:

Antes de llegar a los Llanos nos cruzamos con el desvío a Fuentes de Alba y Plan de Senarta, dejándolo a nuestra derecha.

Una vez llegamos al Hospital preguntamos a una pareja que volvía si era necesario el uso de raquetas ya que la cantidad de nieve presente todavía era notable. Nos comentaron que salvo algún pequeño tramo podíamos ir sin problema.

Continuamos nuestra ruta disfrutando del esplendor que nos ofrecía el Valle

Con mucho esfuerzo debido a la nieve presente, pudimos llegar al Forao. Nos costó sudor y lágrimas avanzar debido a la cantidad de nieve. En algunos tramos esa nieve se convertía en hielo con el correspondiente riesgo de caída. Fijaos bien cómo encontramos el Forao:

Deciros que una vez allí tuvimos dudas de seguir, ya que la cosa se estaba poniendo fea en cuanto al tiempo (viento, nubes..), pero decidimos afrontar el final de la ruta ya que nos quedaban unos pocos metros. Por fin llegamos a los llanos de Aiguallut que como buen anfitrión nos ofreció vistas majestuosas cubiertas con un gran manto de nieve.

Ya una vez allí recuperamos algo de fuerzas y procedimos a inciar la vuelta... qué odisea¡¡¡ Nada más comenzar nos dimos cuanta que a Boss le sangraban las almohadillas.. pobre. Se paraba por dolor, incluso pudimos observar sangre en la nieve por allí donde pisaba. Además de ello tuvimos el handicap del tiempo; cada vez el viento era más fuerte y se podía apreciar nubes negras al fondo. Os aseguro que no lo pasamos bien, aunque situaciones de este tipo unen más a la gente y saca lo mejor de cada uno; Pili y Boss son dos grandes compañeros de viaje y hacen que uno se sienta orgulloso de tenerlos al lado. Gracias al gran esfuerzo de Boss pudimos llegar a la Refugio de la Renclusa. Última parada técnica para reponer fuerzas y afrontar la última etapa... Los Llanos del Hospital

Casi una hora más tarde y con los pies calados de agua por intentar cruzar el rio como Jesuscristo (andando sobre las aguas) llegamos al parking, donde con la mente puesta en la ducha y el sofá de nuestro apartamento, procedimos a finalizar nuestro viaje Aquí os dejamos alguna foto más de la misma... Besos y hasta pronto.